sábado, 23 de abril de 2022

El Internacionalista del Siglo XXI

 El Estudio de las Relaciones Internacionales en América Latina (2)

En América Latina, la necesidad de contar con profesionales de la diplomacia llevó a la suscripción de acuerdos con destacados universidades, a fin de que fungieran como formadoras de los cuadros requeridos para el ejercicio de la diplomacia. Este proceso se inscribe en la idea de profesionalizar la administración pública, por lo que el papel de los gobiernos fue determinante. Asimismo, contar con una burocracia profesionalizada era vista, sobre todo tras el fin de la segunda guerra mundial, como una valiosa herramienta que podría coadyuvar al desarrollo y la prosperidad de los países, si bien existen antecedentes previos a estas iniciativas. 

En América Latina, los estudios en relaciones internacionales proliferaron entre las décadas de los 60 y 70 de cara al auge de la teoría de la dependencia, de los estudios sobre la relación entre el centro y las periferias, y de los diversos planteamientos que en esos años se realizaron en torno al desarrollo de las naciones. Un debate que a la fecha no se resuelve  es si las relaciones internacionales son una ciencia, dado que, siguiendo las tradiciones de Estados Unidos y los países europeos, se les suele considerar como una rama de la ciencia política -en el primer caso- o de ola sociología -en el segundo. Otros autores postulan que las relaciones internacionales en realidad son una rama del derecho internacional y de la historia diplomática. Pese a este debate, es importante destacar que los planes de estudio, en general, se caracterizaron por contar con una visión multidisciplinaria, incorporando en las curricular asignaturas como derecho, economía, sociología, historia, geografía, y si bien en sus inicios tenían adscripción a facultades de ciencia política y/o derecho, en muchos casos se erigieron como instituciones independientes o semi-autónomas. Ya para fines de los 70 y a lo largo de los 80, se introdujeron los posgrados con ciertas especialidades como el comercio internacional, la diplomacia y política internacional, sobre la base de que al egresar de una licenciatura sin una especialización, el horizonte laboral para el graduado era limitado, máximo porque, como se ha explicado en líneas precedentes, no todos los que realizan estudios en relaciones internacionales tienen en mente ingresar al servicio exterior. De ahí la importancia de contar con especialidades que, aprovechando la información multidisciplinaria con que cuenta el graduado de base, puedan profundizar en el conocimiento de tareas más específicas requeridas en las relaciones internacionales contemporáneas.  

El conjunto de las reflexiones que sobre las relaciones internacionales se desarrolla en América Latina y el Caribe, no ha tenido la transcendencia que sobre el particular se formulan en Estados Unidos y, en menor medida, Europa. No es que no haya reflexiones pertinentes en la región. Lo que ocurre es que se ha optado por debatir sólo las producciones académico-políticas de los países desarrollados. Pero la interlocución es imposible. Prueba de ello fue el debate que generó la teoría de la dependencia con los países desarrollados, quienes, al rebatirla, generaron propuestas como la teoría de la interdependencia. En este sentido, se requiere reforzar no sólo la reproducción académica propia, sino su función en los círculos académicos y políticos internacionales, ello en aras de sensibilizar al mundo en torno  a los problemas que aquejan a las naciones latinoamericanas y caribeñas, al igual que sobre las soluciones que ellas vislumbran respeto a los problemas internacionales en función de sus propias realidades.     

Autores: Walter Astié-Burgos y María Cristina Rosas. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Sobre el primer "United Nations CERT"

 ¡Lo logramos!  Gracias al gran esfuerzo de los alumnos de la licenciatura, docentes y de la coordinación, 😉se llevó a cabo el 1er Modelo d...