Durante febrero y marzo de 1945, se celebro en la ciudad de México la Conferencia Interamericana sobre problemas de la guerra y la paz. México sirvió como anfitrión y portavoz del resto de los países de América Latina, después de los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, donde querían plantear a Estados Unidos sus preocupaciones económicas al termino de la guerra y solicitar un decido apoyo a su proceso de industrialización. Ya que, los países latinoamericanos habían logrado acumular importantes reservas, gracias a la venta de mayorías primas durante la gran guerra, y deseaban incrementar la importación de bienes de capital para acelerar la modernización de sus plantas industriales.
Dos temas adicionales eran importantes para los países latinoamericanos: una mayor participación en la confirmación del organismo mundial; y la consolidación y formación del sistema interamericano, con cierta autonomía del organismo mundial.
Por iniciativa de México, con el apoyo de unos cuantos delegados, se consideró convertir la Unión panamericana en una institución política y se encargó al Consejo Consultivo de la Unión preparar un anteproyecto de pacto constitutivo para ser discutido en la IX Conferencia Internacional Interamericana. También se aprobó la propuesta mexicana de incluir en el proyecto una declaración de derechos y deberes del hombre. No obstante, México empezó a advertir con preocupación que se estaba fortaleciendo una corriente entre algunas naciones de América Latina que daba prioridad a los aspectos de cooperación militar. Por ello, la delegación mexicana prefirió poner énfasis en los aspectos políticos y de cooperación económica.
Así fue como dio origen el Acta de Chapultepec o también llamada también Declaración sobre Asistencia Mutua y Solidaridad Americana, firmada el 3 de marzo de 1945 en la capital de México, en el Palacio de Chapultepec, como acto final de la Conferencia interamericana sobre los Problemas de la Guerra y de la Paz. Por primera vez en el sistema interamericano, mediante este documento, quedó aprobado el principio de las sanciones contra los agresores y el principio de condenar a todos los agresores extracontinentales o no.
El Acta de Chapultepec incluyó el compromiso de firmar un tratado bajo el principio de la seguridad colectiva. Pero México logró introducir también en la Acta una serie de principios normativos de las relaciones entre los miembros de la comunidad americana, entre los que destacan: la reafirmación del derecho internacional como norma de conducta entre los Estados; la igualdad jurídica; la no intervención; inviolabilidad del territorio; el no reconocimiento de la conquista territorial, y la solución pacífica de las controversias.
Lajous Vargas, R. (2013). Las Relaciones Exteriores de México (1821–2000) (1.a ed., Vol. 2). El Colegio de México.
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