Crisis de sobre acumulación
Cualquier proceso productivo requiere del empleo de fuerza de trabajo, insumos y maquinaria que, en el marco del capitalismo, son mercancías. Para su obtención se necesita dinero, al que denominamos capital cuando se destina a la inversión.
El capital es controlado por la clase capitalista, aquella que, por ser la propietaria de los medios de producción, es capaz de apropiarse de los frutos del proceso productivo bajo la forma de dinero y, por tanto, acumular valor.
Esquematizando el ciclo que desarrolla el capital en condiciones normales podemos distinguir tres etapas:
1. El capital tiene inicialmente la forma de dinero (D) o capital-dinero, por ejemplo, de $10.000, con el que el capitalista adquiere los medios de producción y la fuerza de trabajo (MP y FT).
2. Mediante el proceso productivo se crean nuevas mercancías (M’), que representan más valor que el involucrado inicialmente, ya que, el trabajo de los obreros genera más valor que el de su propia fuerza de trabajo (el salario).
3. Por último, para completar el ciclo, la mercancía producida debe lograr venderse en el mercado, de modo que sufre una nueva transformación que convierte a la mercancía en capital-dinero nuevamente (D’), por ejemplo, $15.000. La plusvalía generada habrá sido de $5000.
En definitiva, esto significa que, al cabo de algunos ciclos de producción, toda la capital propiedad del capitalista es plusvalía acumulada; ese capital ha sido en verdad producido por los trabajadores.
La libre concurrencia
La libre concurrencia es el derecho que tienen los gobernados a realizar la actividad económica que desee, ya sea en la producción, distribución, consumo o venta en el comercio regional o nacional.
Están bien la participación, en el mercado, de un proveedor o grupo de proveedores en igualdad de circunstancias, para qué por sí mismos establezca las condiciones de producción y comercialización de bienes o servicios que pretendan ofrecer al público.
Asimismo, es la posibilidad qué tiene cualquier persona de practicar en alguna actividad económica como vendedor o comprador, con plena libertad, de decidir, cuándo entrar y salir del mercado, y sin que alguien pueda imponer condiciones en las relaciones intercambio.
Prohíbe existencia de monopolios, prácticas monopólicas, estancos, es secciones de impuestos y a las prohibiciones que se establezcan a título de protección a la industria y determina que no serán consideradas como tales las actividades en sectores estratégicos que el Estado ejerza de manera exclusiva.
Dictar leyes qué fijen las modalidades y condiciones que asegure la eficacia en la prestación de los servicios y la utilización social de los bienes, con el fin de evitar fenómenos de concentración qué contraríen el interés público.
El número precedente plasma la garantía de libertad económica, es decir, la prerrogativa qué tiene cualquier individuo de acudir al mercado, ofrecer bienes y servicios en condiciones de igualdad, y asegurar con ello una sana competencia entre los proveedores de dichos productos o servicios, con el fin de proteger los derechos sociales de la colectividad, pero siempre sin limitar la interacción del Estado.
El Estado se convierte en rector del desarrollo económico nacional, hizo otorga facultades para regular el ámbito económico del país, con el propósito de proteger el interés social y el de los consumidores.
Activar la economía, alentar la producción, conceder subsidios, otorgar facilidades hay empresas de nueva creación, y establecer excepción de impuestos, entre otros. Prohibir las actividades económicas perjudiciales, cómo son los acuerdos, procedimientos, industriales, comerciales o empresarios de bienes o servicios, cuya finalidad sea la de evitar competencia entre sí.
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