Los derechos Humanos se violan no sólo por el terrorismo, la represión, los asesinatos... sino también por la existencia de condiciones de extrema pobreza y estructuras económicas injustas que originan las grandes desigualdades.
Papa Francisco
Existen diversas definiciones e interpretaciones sobre lo que son los derechos humanos. Para algunos, son aquellos derechos que el hombre posee por el simple hecho de ser humano. Éstos, por ser inherentes a la persona, son inalienables y se encuentran fuera del alcance de cualquier poder político. Igualmente se considera que se refiere a aquellas condiciones básicas que las personas requieren, tanto para vivir dignamente, como para desarrollarse plenamente.
Jorge Carpizo refiere que la dignidad humana es la base del ordenamiento jurídico, político y social de la comunidad y es a través de la protección de los derechos humanos que se garantiza su vigencia.
Frente a la diversidad de conceptos y acepciones existentes, es pertinente referirse a las definiciones del Alto Comisionado de las Naciones Unidas de los Derechos Humanos (ACNUDH), puesto que es el organismo que mayormente se ha ocupado de su difusión, defensa, y protección a nivel global. Esta autoridad internacional considera considera que son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua o religiones. Ese principio de universalidad fue reiterado en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos celebrada en Viena en 1993, al precisarse que todos los Estados tenían el deber, independientemente de sus sistemas políticos, económicos y culturales, de promover y proteger todos los derechos humanos y las libertades fundamentales.
Los derechos humanos también son de carácter inalienable puesto que no pueden suprimirse, salvo en situaciones específicas y conforme a las debidas garantías procesales. Por ejemplo, sólo puede restringirse el derecho a la libertad, si un tribunal de justicia debidamente constituido dictamina que una persona es culpable de cometer un delito.
Asimismo, se sustentan en el principio fundamental de la no discriminación, ya que se aplican a toda persona sin distinción de sexo, raza, color, clero, religioso, etcétera, tal como lo proclama el principio de igualdad consagrado en el artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948 que a la letra establece que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos.
Por otra parte, al tiempo que crean derechos para sus destinatarios, también impone obligaciones. Por ejemplo, los Estados asumen el deber de respetar, proteger y dar debida vigencia a los mismos una vez que suscriben los diversos tratados en la materia que se analizan más abajo. También las personas, al tiempo que se benefician de los derechos que poseen, asumen la obligación de respetar los derechos de los demás en forma corresponsable.
Los derechos humanos generales se dividen en derechos civiles y políticos (como el derechos a la vida, a la igualdad frente a la ley, a la libertad de asociación y de expresión); en derechos económicos, sociales y culturales (como el derecho al trabajo, a la seguridad social y a la educación); y de derechos colectivos (tales como los derechos al desarrollo y a la libre determinación). Todos ellos son visibles, interrelacionados e interdependientes, ya que la privación de un derecho afecta negativamente a los demás.
En el siglo XXI tales derechos se encuentran debidamente definidos y codificados, tanto en las leyes nacionales de las mayoría de los países, como en los diversos tratados internacionales que se han venido aprobando desde que se creó la ONU en 1945, y forman parte del derecho internacional de los derechos humanos.
Autores: Walter Astié-Burgos y María Cristina Rosas.
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