El Estudio de las Relaciones Internacionales (1)
La diplomacia evolucionó a través de cuatro grandes periodos, correspondiendo el segundo al inicio de la diplomacia continua cuando comenzaron a establecer las primeras misiones diplomáticas y consulares de carácter permanente, lo cual propició la aparición de los verdaderos diplomáticos. La tercera etapa comenzó tras el Congreso de Viena de 1815, adquiriendo la diplomacia gran institucionalidad y reconociéndose al servicio diplomático como una profesión específica. Como resultado de todo ello, se hizo necesario contar cuadros profesionales debidamente preparados académicamente, creándose con ese fin las primeras académicas diplomáticas. Una de estas academias es la famosa Diplomatische Akademie Vien (Academia Diplomática de Viena originalmente llanada Imperial y Real Academia de Lenguas Orientales y más tarde Academia Oriental), que fue fundada en 1754 por la emperatriz María Teresa. Se tarta de la academia diplomática laica más antigua y sólo fue antecedida por la Pontificia Academia Eclesiástica, creada en 1701 y que sólo admite a sacerdotes que ingresen a servicio exterior del Vaticano.
Otras naciones del viejo mundo siguieron la pauta de Viena, y que aunque con ello se inició el estudio académico de los asuntos internacionales, fundamentalmente se trataba de la preparación que se daba a los diplomáticos, por lo que tuvo un carácter limitado, excluyente y elitista. Más tarde, hacia finales del siglo XIX y principios del XX, surgió la nueva disciplina de la geopolítica como una rama de la geografía, se mantuvo limitada a un reducido número de geógrafos, diplomáticos, militares, políticos y académicos, al tener propósitos ideológicos y políticos. Quienes en esos años se interesaban en el mundo y sus problemas, tenían que estudiar geopolíticas, puesto que originalmente el término se utilizó como sinónimo de relaciones o estudios internacionales.
Después de la primera guerra mundial que el estudio de los asuntos mundiales empezó a denominarse relaciones internacionales y comenzó a impartirse como carrera universitaria. En donde se cobro conciencia de que los problemas internacionales que podían conducir a catástrofes como la gran guerra, deberían estudiarse más profunda y profesionalmente para evitarlas. En 1919 se creó la primera cátedra de relaciones internacionales en la universidad de Aberystwyth en Gales, tuvo un enfoque idealista destinado a concebir o a plantear la posibilidad de crear un sistema internacional menos peligroso, más pacifico y justo. La creación del primer organismo internacional de alcance universal en el año de 1919, la Sociedad de Naciones, hizo más relevante la necesidad de contar con personal capacitado en la temática internacional, por lo que en 1927 se fundó en la misma ciudad sede de la Sociedad de Naciones, Ginebra, el Institut de Hautes Études Internationales.
En esas mismas fechas Estados Unidos se convirtió en potencia mundial, empezó a adquirir responsabilidades globales; y debido a que el Presidente Woodrow Wilson fue el principal artífice del Tratado de Paz de Versalles y de la creación de la Sociedad de Naciones. Walsh tomó la iniciativa de fundar, en la Universidad de Georgetown de Washington, una escuela para el servicio exterior estadunidense. Esta facultad mas antigua dedicada a las relaciones internacionales en EEUU, que actualmente se llama Edmund A.Walsh School of Foreign Service. Así se tomo la ciencia de las relaciones internacionales, mediante un enfoque multi e interdisciplinario: político, económico, social, cultural, militar, etcétera, estudia, analiza y evalúa los diversos aspecto de la política internacional de los sujetos de la sociedad internacional.
Las relaciones internacionales se acentuaron durante la segunda guerra mundial, puesto que EEUU se convirtió en una victoriosa superpotencia que requería, tanto de respaldo, asesoramiento y consejo académico para el nuevo papel internacional que estaba desempeñando, como de personal debidamente capacitado para poder cumplir adecuadamente con esa responsabilidad. La guerra Fría intensificó aún más esa tendencia pero los estudios internacionales de esos años se centraron principalmente en el conflicto bipolar Este-Oeste, en la temática de la seguridad y en las cuestiones estratégicas vinculadas a dichos conflicto, de manera que los centros académicos de la época proveyeron una visión muy parcial y acotada de los problemas. Asimismo, como dichos centros tuvieron una orientación ideológica muy clara y definida, adoptaron algunas de las teorías de las relaciones internacionales en tendencia (idealista, realista, neorrealista estructural, etcétera), haciendo a un lado la indispensable objetivo.
Con el fin de la guerra fría se ha registrado una acentuada tendencia a proporcionar una enseñanza muchas más amplia, incluyente y objetiva que, por una parte, cubra toda la enorme complejidad de la vida internacional, abarcando desde los aspectos históricos, geográficos, políticos, jurídicos, militares y diplomáticos, etcétera. Por la otra, ya no se centra únicamente en las relaciones y conflictos entre las grandes potencias, sino que toma en consideración a todos los países del mundo en su conjunto, y a otros actores no estatales. Teniendo en cuenta que las relaciones internacionales deben ser un campo de estudio interdisciplinario y sumamente heterogéneo, su objetivo fundamental es proporcionar un panorama lo más amplio e incluyente que sea posible, sobre las muy complejas realidades del mundo contemporáneo. Por ende, han proliferados distintas variantes y especialidades de la carrera de relaciones internacionales que ya no únicamente se centran en los aspectos político-diplomático-jurídico tradicionales, sino que abarcan diversas temáticas como las de comercio internacional, negocios internacionales, turismo, medio ambiente, derechos humanos, seguridad, comunicación, cultura, desarrollo, género, salud, etcétera.
Autores: Walter Astié-Burgos y María Cristina Rosas.
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